Aunque algunas crisis internacionales, como la pandemia del Coronavirus, ya han quedado en el pasado, otras, como las guerras en Ucrania o en la Franja de Gaza, continúan presentes.

Así, en un momento en el que la economía mundial intenta despegar, las diversas crisis le ponen un signo de interrogación a dicha hipotética recuperación.

Sin embargo, más allá de los problemas, al menos en el caso de España, la economía sigue mostrando sus fortalezas. Tal es así que, en 2023, el país ibérico continuó liderando el crecimiento económico en la zona euro.

Específicamente, el año pasado el PIB español subió 2,5%, principalmente impulsado por el Gasto y el Consumo Público y por las Exportaciones.

Por otra parte, en julio, la inflación en España se ubicó en el 2,8%. Así, aunque aún está por encima del objetivo del 2% de las autoridades, la cifra representa una importante caída respectó al 8,4% que se registró a fines de 2022.

E incluso, aunque a futuro las cifras de crecimiento podrían decaer, continuarán siendo positivas por varios años: el PIB español crecería 2,4%, 2,1% y 1,8% en 2024, 2025 y 2026, respectivamente.

Por ello, en un momento en el que la economía española muestra estabilidad, es oportuno analizar el panorama futuro del mercado inmobiliario en el país ibérico.

Por un lado, a fines de 2023, tras subir anualmente 5,1%, el precio de la vivienda nueva en España promedió 2.871 euros/metro cuadrado.

Y, aunque la cifra indica una desaceleración en comparación con otros años, las proyecciones estiman que el precio promedio podría seguir creciendo moderadamente en los próximos meses.

Por otra parte, el precio medio de la vivienda de segunda mano se sitúa por encima de los 2.000 euros/m2. La cifra representa un crecimiento anual de más del 8%, pero aún se mantiene por debajo del máximo histórico de mediados de 2007.

Sin dudas, todos estos datos resaltan la resiliencia del mercado inmobiliario español, aunque, a pesar de ello, existen dificultades a las que se enfrenta la población para acceder a una vivienda: como consecuencia de los elevados tipos de interés, la tasa de esfuerzo para adquirir una propiedad ahora se ubica por encima del 20%.

Pero, gracias a la ya mencionada caída en los precios, el Banco Central Europeo comenzó a bajar sus tasas de interés y es probable que lo continúe haciendo en los próximos meses, lo que ofrecería importantes oportunidades de recuperación y rebote en los valores de las propiedades durante los años 2025 y 2026.

Pero cabe aclarar que, pese a la especulación, la realidad es que, actualmente, los inversores institucionales especializados ya pueden adquirir propiedades en bancos y subastas al negociar activos con descuentos de entre el 20% y el 30 % de su valor actual de mercado.

Esto se debe a que hay mucho inventario de activos que están en fase de liquidación por parte de las entidades financieras, a punto de ser ejecutados, o ya están bajo el control de un banco que desea desprenderse de ellos.

Actualmente, se estima que en España las entidades financieras acumulan activos por un valor de más de 100.000 millones de euros, destacándose importantes oportunidades en regiones como Málaga, Madrid, Barcelona, Valencia y Marbella, Murcia, Almería, y Castilla La Mancha, entre otras.

Por ello, más allá de las perspectivas del mercado, existen importantes oportunidades de inversión en Real Estate, aunque, para aprovecharlas, será clave contar con el asesoramiento y la gestión profesional de un Asset Manager Global que nos ayude a implementar una estrategia que se adecue a nuestro perfil de riesgo.

Artículo de opinión escrito por Silvina Capellino, Account Executive en Inmsa Real Estate Investment Management

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Fuente: Brainsre