Por Mariano Capellino

Según la Cámara Inmobiliaria en Montevideo, el 50% de las operaciones en ese país ya son de argentinos. Qué marcan los movimientos de capital.

Uruguay siempre estuvo cerca. Por su estabilidad política, seguridad jurídica y beneficios impositivos, los argentinos invierten hace décadas en el país vecino buscando refugio para su capital. Durante los últimos meses, el control de capitales y la crisis económica argentina no solo aumentaron las consultas para adquirir inmuebles sino también las operaciones de compra y alquiler permanente. Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Uruguay, Wilder Ananikian, más de la mitad de estas operaciones ya las realizan argentinos, marcando una clara tendencia en el interés por invertir en el exterior.

En un mercado  pequeño y poco liquido  como el uruguayo, las posibilidades de hacer un buen negocio inmobiliario son bajas. La mayoría de las operaciones están centradas en Punta del Este y en las mejores zonas de Montevideo, como el barrio de Pocitos, donde una demanda consolidada hace que las oportunidades en el precio de entrada sean muy escasas. Los inversores internacionales tienden a invertir en áreas donde les gustaría vivir, y ese sesgo oculta las mejores oportunidades de negocio.

 Latinoamérica, y no solo Argentina, está viviendo un proceso de corrección de precios. La pauta la marcan los movimientos de los grandes capitales, que a diferencia de la primer década de los años 2.000 observan pocas oportunidades en la región. Del capital que administran los 200 fondos más grandes del mundo, a Latinoamérica llega solo el 0,8% y solo a Brasil, Chile y México.

En mercados emergentes, la falta de transparencia, inseguridad jurídica, acceso a financiamiento, entre otras, hacen que sea poco atractivo para los grandes fondos. En cambio, el marco institucional, la profundidad de mercado, la transparencia y el acceso a prestamos a las tasas más bajas de la historia,  genera gran interés para los fondos en los mercados desarrollados ya que ofrecen inversiones más seguras y más rentables.

De Argentina al mundo

Mercados como Europa y Estados Unidos ofrecen alternativas de inversión para inversores argentinos y latinoamericanos  donde se obtienen retornos por encima del 10% anual  neto. La clave de este tipo de inversión es el descuento en la compra, la gestión durante la tenencia y el timing para desprenderse del activo en función al ciclo, es decir  las alzas y bajas del mercado.

Es posible para  inversores pasivos contar con la gestión profesional de la inversión, desde el proceso de adquisición, hasta la posterior desinversión  para aprovechar al máximo la curva de rendimiento. Es una manera eficaz para diversificar la cartera inmobiliaria en mercados seguros y estables.

La otra gran diferencia en estos mercados es la liquidez. Operar en Estados Unidos o Europa significa acceder a tasas de financiamiento mínimas, donde los inmuebles funcionan como colaterales. Esto quiere decir que la inversión en real estate se transforma en un vehículo de inversión más dinámico, ideal para quienes no estén pensando solo en el “refugio del valor” sino en la maximización del capital.

* Fundador y CEO de INMSA 

Por asesoramiento sobre Inversiones en Real Estate, consultanos aquí

Fuente: Perfil