La metodología de la compañía permite la adquisición de activos en el banco, o en subastas, muy por debajo de su valor comercial.
INMSA es una compañía que se dedica a gestionar profesionalmente, a nivel institucional, inversiones inmobiliarias para familias de alto patrimonio de Latinoamérica con una metodología probada durante 20 años.
De acuerdo con Mariano Capellino, CEO y fundador de la empresa, explicó que la estrategia permite la adquisición de activos en el banco, o en subastas, muy por debajo de su valor comercial y aprovechar el ciclo del mercado para crecer a altas tasas de recuperación aun cuando se entra en crisis.
“Llevamos 20 años haciéndolo en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica logrando retornos del 13% neto anual sin apalancamiento para nuestros inversores, lo que nos distingue es que creamos vehículos de inversión para cada inversor, en donde cada uno es dueño de su portafolio”, aseguró en entrevista.
En el marco del 5to Encuentro para Inversores y Family Offices de México, dijo que son la única compañía que atiende a familias de Latinoamérica con inversiones desde 5 a 100 millones de dólares (mdd), dado que los otros hacen manager globales que, generalmente operan para el mercado institucional con inversiones de 500 millones en adelante.
¿Cómo invertir en INMSA?
La primera parte del proceso de una familia es entender el perfil que tiene a través de un cuestionario y varias entrevistas para conocer cuáles son sus objetivos y preferencias, y a partir de ahí hacer una propuesta con una estrategia particular para los interesados que responda con su perfil, señaló Capellino.
El siguiente paso, dijo, es estructurar la inversión, es decir, crear los vehículos y las sociedades a nombre del inversor para que este pueda adquirir directamente en bancos o subastas inmuebles, por lo que INMSA se hace cargo de toda la gestión hasta la desinversión que, generalmente se produce en 4 o 5 años.
Finalmente, el inversor tiene acceso a invertir globalmente de manera profesional a comprar activos muy por debajo del valor del mercado, con una gestión pasiva porque toda la gestión activa y la actividad recae en la empresa, indicó el ejecutivo.
Destacó que el inversor no pierde el control absoluto de la inversión, porque se encargará de disponer de los inmuebles y, a su vez, de las cuentas bancarias en donde se hacen las transacciones.
Fuente: Mundo Ejecutivo